Quince años llevaba El Cabrero sin publicar discos de flamenco pese a haber estado en plena actividad artística y profesional durante todo ese tiempo. En más de una ocasión había afirmado que sólo grabaría cuando tuviera ganas y no por necesidades de promoción o cualquier otra que no fuera su propia apetencia y por eso se puede decir, de entrada, que éste es un disco deseado; por su intérprete y por los numerosos aficionados al cante del maestro sevillano.
Se puede decir también que Pastor de Nubes es un trabajo donde El Cabrero, en plenitud de facultades y madurez artística, reivindica los dos pilares fundamentales de su carrera: los cantes sin aditivos y la libertad de decir lo que piensa sin ambigüedades.
Liviana y serrana, mariana, seguiriya, bulerías, fandangos, pregón por zambra, soleá, malagueña y rondeñas, más fandangos y tonás son los cantes. A excepción de la toná, que es parte de un poema de Marcos Ana y la bulería, versión flamenca de Si se calla el Cantor, de Horacio Guaraní, todas las letras son del propio cantaor y de Elena Bermúdez que es también la productora del disco
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